lunes, 27 de julio de 2009

Escuela de las Américas


La Escuela de las Américas (en inglés: School of the Americas), desde 2001 renombrada como Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation), es una organización para la instrucción militar del Ejército de los Estados Unidos situada actualmente en Fort Benning, en la localidad estadounidense de Columbus (Georgia).
La escuela estuvo situada desde 1946 a 1984 en Panamá, donde actualmente -y desde el año 2000- funciona el hotel Meliá Panamá Canal. Se graduaron más de 60.000 militares y policías de hasta 23 países de América Latina, algunos de ellos de especial relevancia por sus crímenes contra la humanidad como los generales Leopoldo Fortunato Galtieri o Manuel Antonio Noriega

Instalaciones en las que funcionó la Escuela de las Américas en Panamá.
Escuela de las Américas
Surgió como iniciativa en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional, en Fort Amador, Panamá, con la denominación inicial de Latin American Training Center. Ground Division (en inglés, Centro de Entrenamiento para Latinoamérica. División de Tierra).[1] Su misión principal era fomentar o servir como instrumento para preparar a las naciones latinoamericanas a cooperar con los Estados Unidos y mantener así un equilibrio político contrarrestando la influencia creciente de organizaciones políticas de ideología marxista o movimientos de corte izquierdista. Todo ello en el nuevo marco internacional de la Guerra Fría, entre las potencias aliadas y la Unión Soviética.
La Doctrina de la Seguridad Nacional es un concepto utilizado para definir ciertas acciones de política exterior de EEUU tendientes a que las fuerzas armadas de los países latinoamericanos modificaran su misión para dedicarse con exclusividad a garantizar el orden interno, con el fin de combatir aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecer o apoyar al comunismo en el contexto de la Guerra Fría, legitimando la toma del poder por parte de las fuerzas armadas y la persecución de organizaciones de izquierda.
En 1950 la escuela fue rebautizada United States Army Caribbean School (Escuela del Caribe del Ejército de los Estados Unidos), y trasladada a Fort Gulick, también en Panamá; ese mismo año se adoptó el idioma español como idioma oficial de la academia. En julio de 1963 el centro se reorganizó bajo el nombre oficial United States Army School of the Americas (USARSA), o más popularmente como Escuela de las Américas.
Durante las siguientes décadas cooperó con multitud de gobiernos americanos, algunos de ellos violentos regímenes totalitarios. Varios de sus cursos o entrenamientos incluían técnicas de contrainsurgencia, operaciones de comando, tiro franco, guerra psicológica, inteligencia militar y tácticas de interrogatorio. Manuales militares de instrucción de esta iniciativa, entonces confidenciales, se desclasificaron o publicaron en 1996 por el Pentágono. Entre otras consideraciones, se detallan la vulneración permitida de derechos humanos, como el uso de la tortura, la extorsión o la ejecución sumaria, definiendo como objetivos de control o seguimiento a aquellos pertenecientes a organizaciones sindicales, literalmente: «distribuyesen propaganda en favor de los grupos extremistas de izquierda o de sus intereses», «simpatizasen con manifestaciones o huelgas», «acusaciones sobre el fracaso del gobierno en solucionar las necesidades básicas del pueblo».
Algunos han citado a Klaus Barbie, nazi y criminal de guerra, como uno de los posibles colaboradores directa o indirectamente de la organización durante el régimen del General Hugo Banzer en Bolivia, General formado en la Escuela de las Américas. Klaus Barbie, había sido anteriormente protegido y empleado por la agencia de espionaje estadounidense Counter Intelligence Corps (antecedente de la actual Agencia Central de Inteligencia), para colaborar en la lucha contra el espionaje soviético en la Alemania ocupada. Según la versión oficial, Barbie consiguió escapar y huir, sin embargo otras versiones hablan de la ayuda del propio CIC.

Una institución polémica

El periódico panameño La Prensa la apodó «Escuela para asesinos». Jorge Illueca, presidente de Panamá, la llamó «la base gringa para la desestabilización de América Latina».
En una carta abierta enviada el 20 de julio de 1993 al Columbus Ledger Enquirer, el comandante Joseph Blair, antiguo instructor de la Escuela de las Américas, declaró: «En mis tres años de servicio en la Escuela nunca escuché nada acerca de objetivos tan excelsos como los de promover la libertad, la democracia y los derechos humanos. El personal militar de América Latina venía a Columbus únicamente en busca de beneficios económicos, oportunidades para comprar bienes de calidad exentos de los aranceles de importación de sus respectivos países, y con transporte gratuito, pagado con los impuestos de los contribuyentes estadounidenses».
De acuerdo con el senador demócrata Martin Meehan (Massachusetts): «Si la Escuela de las Américas decidiera celebrar una reunión de ex alumnos, reuniría algunos de los más infames e indeseables matones y malhechores del hemisferio».
Graduados más conocidos

Entre los graduados más reconocidos por sus crímenes y a la vez responsabilidades nacionales, se encuentran importantes instigadores de crímenes de guerra o contra la humanidad, algunos de ellos también relacionados estrechamente con las bandas organizadas de narcotráfico o la CIA estadounidense:

Elías Wessin y Wessin, militar dominicano, líder del golpe de estado que derrocó al presidente democrático Juan Bosch en 1963.

General Manuel Noriega, responsable de un gobierno militar en Panamá, y antaño colaborador de la CIA, actualmente en prisión de los Estados Unidos por su estrecha relación con el narcotráfico;

General Hugo Banzer, responsable del sangriento gobierno militar de Bolivia en 1971 y de la consiguiente dictadura, que duró hasta 1978, admitido en 1988 en el Hall of Fame (literalmente, 'Salón de la fama') de la escuela;

Roberto D'Aubuisson, graduado en 1972 y justo después parte del servicio de inteligencia de El Salvador, acusado como líder de un escuadrón de la muerte entre otros delitos; fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), principal partido de Derecha en El Salvador.

General Héctor Gramajo, ex ministro de Guatemala, autor de políticas militares genocidas en los años ochenta;

General Roberto Eduardo Viola promotor de un golpe de estado en Argentina en 1976;
Juan Ramon Quintana, actual ministro de la Presidencia de Bolivia.

Leopoldo Fortunato Galtieri, precursor de la Guerra de las Malvinas (1982), líder de la Junta Militar de Argentina en que supervisó desde 1981, los dos años finales de la «guerra sucia»,
donde se torturaron decenas de miles, quizás más de 100.000 personas, y posteriormente unas treinta mil de ellas asesinadas y desaparecidas por su supuesta o no disidencia con el régimen;
Vladimiro Montesinos, abogado, militar, colaborador inicial de la CIA, responsable durante el polémico gobierno de Alberto Fujimori del servicio de inteligencia de Perú, acusado de represión política, incitar un golpe de estado y de amasar una gran fortuna por sus estrechas relaciones con el narcotráfico. También es conocido que Montesinos como asesor de Fujimori regento y aplico las doctrinas de la Escuela de Las Américas para el control de masas. Fue el nexo entre el gobierno de Estados Unidos y Fujimori para obedecer las órdenes dictadas por el gobierno norteamericano;
Santiago Martin Rivas, agente de inteligencia y jefe del grupo de aniquilamiento «COLINA» que realizaba asesinatos y actos de guerra sucia, dentro de la estrategia de guerra de baja intensidad desarrollada durante el gobierno de Alberto Fujimori por encargo del gobierno de Estados Unidos y Supervisada por Vladimiro Montesinos Torres;
Manuel Contreras, cabeza de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), máximo organismo de represión del gobierno de Augusto Pinochet en Chile y condenado por múltiples causas de violaciones a los derechos humanos en Chile.
Romeo Orlando Vásquez Velásquez, militar hondureño, actual jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, directamente involucrado en el golpe de Estado de 2009.
Reestructuración
En 1976, una comisión parlamentaria del Partido Demócrata, durante el gobierno de Jimmy Carter, reconoció dichas prácticas y obligó a suspender sus actividades. En 1977, bajo las previsiones de los Tratados Torrijos-Carter relativos al canal de Panamá los Estados Unidos aceptaron la demanda panameña de retirar del país la escuela para reubicarla en territorio estadounidense, Fort Benning, Georgia.
En 1984, el nuevo gobierno del Partido Republicano de Reagan, dio el visto bueno para reiniciar los entrenamientos de contraguerrillas en la escuela. Se renombra oficialmente como United States Army Training and Doctrine Command school ('Escuela de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de los Estados Unidos'), aunque con algunas diferencias, es una organización heredera en mayor o menor parte de la misión inicial de la Escuela de las Américas. Anteriormente en 1983, se revisó el manual más polémico que instruía en torturas utilizado durante dos décadas, pasándose a llamar como Human Resource Exploitation Training Manual ('Manual de entrenamiento para la explotación de recursos humanos).
Tras el asesinato de cuatro miembros de la Iglesia Católica de El Salvador por graduados de la escuela comandados por D'Aubuisson, en 1989, y la constitución de una ONG dedicada a la denuncia de las actividades de la Escuela SOA Watch, la atención pública sobre el asunto fue cada vez mayor. En 1996, bajo la presión de numerosos periódicos y organizaciones de derechos humanos estadounidenses, el Ejército de los Estados Unidos hizo pública parte de la documentación sobre la Escuela, incluyendo algunos de los manuales. Estos fueron publicados por el National Security Archive.
La crítica se hizo sentir, y en octubre de 2000, durante la presidencia de Bill Clinton, el Congreso estadounidense analizó la situación y finalmente decidió cerrarlo para crear uno nuevo. El 15 de diciembre de 2000 la escuela fue cerrada oficialmente. Hasta el 1 de julio de 1999 había graduado a 61.034 alumnos.
El 17 de enero de 2001 se inaugura el Instituto de Defensa para la Cooperación de Seguridad Hemisférica. Las organizaciones críticas, como SOAW y Amnistía Internacional y organizaciones sociales o políticas estadounidenses han criticado reiteradamente el cambio, afirmando que se trata de «pura cosmética», mientras que el gobierno, a la vez que reconoce la nueva institución como heredera de la Escuela de las Américas, considera que en esta ha mejorado sustancialmente la importancia del respeto a la democracia y a los derechos humanos. Con la excepción de la Cruz Roja, que de acuerdo con su política de neutralidad se ha abstenido de realizar declaraciones, hoy en día continúa recibiendo críticas de organizaciones de derechos humanos por el entrenamiento que ofrece a un millar de militares latinoamericanos cada año.
Venezuela en 2004 cesó de enviar nuevos cadetes a la organización estadounidense, decisión que dos años más tarde los gobiernos de Argentina y Uruguay compartirán de manera pública, abandonando su pertenencia y envío de soldados a la organización. En mayo de 2007, Costa Rica dejó de enviar miembros de la Fuerza Policial.

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